Sometido a mi destino intervengo en el
preciso instante en que llega la derrota. La niña se mece en su
columpio de tristeza en mitad de la oscuridad, inquietando al
silencio. Soy el mensaje de que algo no anda bien. Vienes de muy
lejos para ofrecerme el perdón que ya he asolido. El cementerio
cercano espera tus pasos. Escapar al recuerdo. Con el corazón como
estandarte. Te escribo este texto a ti Anggye, porque me lo pediste,
y porque te lo mereces. Aprender a aceptar a las personas, aprender a
no cambiarlas. Es un proceso, tirste y angustioso. Los pretextos hace
tiempo que los consumí. Ahora sólo queda la verdad. ¿Me concedes
este baile?
Bailemos con el corazón entre nuestros sueños... 1 2 3... 123... 123...
ResponEliminaMi poeta preferido es el que cala muy hondo de mi alma y ese eres tú.
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