Partir de improviso, olvidándonos a nosotros mismos. El pasto
se quemó. Y los insectos que recorrían nuestra mente tomaron el poder. Las
cartas estaban echadas y el tramposo sonreía. ¿Si puedo ser quién quiera por qué he escogido
ser quién soy? Muñecos de juguete que cobran vida y no traen muy buena leche.
Desde mi erosionada perspectiva el tiempo ha perdido el control.
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