dimarts, 25 de març del 2014

Trampas del azar.


Un azar ebrio repartiendo cartas marcadas y lanzando dados plomados. No recuerda los nombres, pero se queda con las caras. No te busca él a ti, lo buscas tú a él, sin saberlo tan siquiera. Colgando de una cuerda de piano delgada cómo la línea que separa lo posible de lo imposible. Arrastraba su empatía en forma de mimetismo que daba arcadas. Cartas devueltas sin abrir por un destino que no espera. Conceptos que asimilar bajo un traicionero sol de invierno que nos pilla demasiado abrigados. Y ahora te toca repartir a ti, seas quién seas.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada